
Nunca antes habían estado tantos estadounidenses tentados a ver pornografía. Nunca antes habían sido tan débiles las estructuras de responsabilidad, para no mencionar las defensas que cada sociedad debe construir para proteger el precioso don de sus hijos. Oscurece y destruye la capacidad de las personas para verse unas a otras como expresiones singulares y hermosas de la creación de Dios; en lugar de ello les nubla la vista y las lleva a ver a otras como objetos que se pueden usar y manipular. Se ha justificado como un canal de libre expresión, apoyado como una iniciativa comercial y permitido como apenas otra forma de entretenimiento. No se reconoce ampliamente como una amenaza a la vida y a la felicidad.
Capítulo 17 La ley de castidad El Señor tiene sólo una norma de moral tanto para varones como para mujeres: absoluta castidad antes del boda y total fidelidad después de contraerlo. De la vida de Spencer W. Kimball Cuando aconsejaba a los jurado de la Iglesia sobre las expectativas con personas del sexo opuesto, el noviazgo y el matrimonio, el deán Spencer W. Kimball hacía hincapié en la importancia de vivir de armonía con la ley de castidad y fidelidad del Señor. Pensé que le había entendido mal. El presidente Kimball testificaba también que la obediencia a la ley de castidad brinda gozo y paz. Un joven bien arreglado y una jovencita primorosamente vestida y de una belleza indescriptible se arrodillaron en el altar.
Onanismo, pecado mortal que esclaviza y paraliza la vida espiritual Javier Navascués, el Si se cae en él, no hay que desesperar sino hacer una pronta confesión y poner todos los medios para no volver a arriar. Lo ideal es tener un director espiritual que nos recomiende santas y piadosas lecturas y en su defecto un confesor habitual: Oración y frecuentación de los sacramentos. Devoción a la Santísima Virgen. Evitar las ocasiones de pecado. Estar ocupado, tener un anteproyecto de vida y un objetivo claro. Saber rechazar con firmeza los malos pensamientos. Buenas lecturas, buenas compañías. Lucubrar en la gravedad del pecado y eternidad del infierno etc.