La Eucaristía, fuente y culmen de la vida eclesial La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana LG La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua PO 5. En ella se encuentra a la vez la cumbre de la acción por la que, en Cristo, Dios santifica al mundo, y del culto que en el Espíritu Santo los hombres dan a Cristo y por él al Padre Instr. Eucharisticum mysterium, 6. El nombre de este sacramento La riqueza inagotable de este sacramento se expresa mediante los distintos nombres que se le da. Cada uno de estos nombres evoca alguno de sus aspectos.
La Eucaristía se inicia y concluye casi sin darnos cuenta. Por: www. Con estas palabras el Santo Juan Pablo II iniciaba en el año una hermosa encíclica sobre la Eucaristía en su relación con la Iglesia. Como nos recuerdan ambos Pontífices, para los católicos la Eucaristía tiene un lugar central en nuestra vida cristiana.
Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra bendición, oramos con toda nuestra persona, como espíritus encarnados tal como Dios nos creó. Este compromiso de todo nuestro ser en oración nos ayuda a orar con una mayor atención. Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos arrodillamos, nos sentamos y también somos invitados a realizar una serie de gestos corporales. Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así, cuando se realizan con comprensión, pueden realzar nuestra aportación personal en la Misa. De acción, estas acciones representan la manera en que integramos nuestro cuerpo a la oración que es la Misa. Cada postura corporal que asumimos en la Misa enfatiza y refuerza el significado de la acción en la que estamos participando en ese momento de nuestro culto.
Por descontado, ayudar a su hijo con los deberes y tareas escolares no debería implicar tenerse que pasar largas horas encorvado sobre su escritorio. Asista a las reuniones escolares, como las de padres y profesores, para saber mejor a los profesores de su hijo. Establezca un horario regular para estudiar y hacer los deberes. Algunos niños trabajan mejor por la tarde, después de merendar y de un período de juego, mientras que otros prefieren esperar a después de la cena. Reduzca al mínimo las distracciones. De todos modos, en algunas ocasiones una llamada de teléfono a un compañero de clase sobre una faena escolar en concreto puede ser de gran ayuda. Los padres pueden actuar sugerencias y dar indicaciones para encarrilar a sus hijos.