
Evelyna Rodríguez Es la gran pregunta que nos hacemos durante horas mientras estamos en ese restaurante o bar con ese chico o chica que nos atrae. Lo incomprensible de ese momento en nuestras vidas que lo repasamos varias veces y que tenemos mucho qué contar al respecto es que nos preocupa las consecuencias de este primer encuentro que puede ser el comienzo de algo o simplemente el fin de la nada. Todos los que escuchamos o leemos esas dos palabras, que sueltas parecen inofensivas, pero juntas dinamitas, dan motivo para que los nervios nos ataquen y pongan en juego la posibilidad de una mala pasada. Porque aparte de volvernos locas y locos por el hecho de causar una excelente impresión en nuestra apariencia física de pies a cabeza, también queremos lucir prudentes y tener engavetado miles de temas para mantener la conversación en una actitud interesante y cómoda. Al mismo tiempo queremos mandar las señales correctas de interés, para poder enfrentarnos seguros a ese primer beso. Eso sí, hay que estar claros porque lo que ocurra en esa tan esperada y nerviosa primera cita puede marcar el curso futuro de la relación, y es bueno saber que besar es todo un arte, y es el primer contacto seguro de intéres de ambas partes, marcando un antes y un después. No es para nada intrascendente, expresa detalles de la personalidad, ajustes y desajustes y, por sobre todo, química, pero no determina un triunfo a largo plazo.
Muchos de nosotros olvidamos que existen zonas erógenas en todo el cuerpo, y sorpresivamente, estos puntos deliciosos son similares para tanto hombres y mujeres. Ejercicio esto: Intenta un estilo de ósculo apasionado como de película; besa los labios de tu pareja y felpa suavemente tu lengua con la suya — si tu pareja responde perfectamente, trata también de succionar su belfo inferior. O esto: Acaricia y masajea sus labios con los tuyos y trata de presionarlos gentilmente uno además de otro, mordiendo muy suavemente o inclusive usando tu pulgar para sobarlos. Cuello y hombros Los costados del cuello y la nuca contienen muchas terminaciones nerviosas que, para algunas personas, una tocada suave en el garganta suficiente para inspirarse. Prueba esto: Alterna entre besos y mordiscos suaves en el cuello — el contraste es excitante. Puedes añadir un poco de atrevimiento, al morder o succionar, si a tu pareja le gusta. O esto: Trata de pasar tu cabo desde la nuca hasta el garganta.